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El Patrimonio Industrial de Guadalajara, los restos olvidados de un pasado glorioso

El Patrimonio Industrial de Guadalajara, los restos olvidados de un pasado glorioso

Perla Rodríguez GUADALAJARA
“En Guadalajara se crea un complejo industrial de los más importantes de España tanto en producción como actividad, que está totalmente abandonado o por lo menos a falta de identificar por parte del ciudadano medio. En la ciudad este tipo de edificios o se han destruido o no están identificados como tales, claro ejemplo es la Real Fabrica de Paños que todo el mundo piensa que se inicia en Brihuega", así explica la situación en que se encuentra el patrimonio industrial de la ciudad, José Pradillo, técnico de Patrimonio, en el Patronato de Cultura.
José Pradillo define que se entiende por  patrimonio industrial a todos aquellos edificios o bienes que pueden ser integrados dentro del patrimonio español y que han tenido una utilidad industrial. A su vez, recuerda que es tal su importancia que en el marco legislativo se contempla, en la Ley de Patrimonio Histórico de Castilla La Mancha, del 30 de mayo de 1990,  en su artículo 22 insta a su conservación  y recuperación: " forman parte del  patrimonio histórico de Castilla La Mancha los bienes muebles e inmuebles que constituyen huellas físicas del pasado tecnológico productivo. La Consejería de Educación y Cultura fijara las informaciones a obtener, las matrices culturales, los hechos operativos de la investigación y la delimitación del ámbito de arqueología industrial para su protección."
Entre los edificios que se recogen dentro del Patrimonio industrial de la ciudad se encuentran: la Real Fábrica de Paños, El Alcázar, el edificio de la compañía de Aerostación y la Fábrica de la Hispano. Todas con edificaciones de gran interés para el patrimonio histórico, industrial y tecnológico de la ciudad en diferentes grados de deterioro y para cuya recuperación el técnico de Patrimonio ve cómo primera solución su inclusión en el nuevo Plan General, sobre todo aquellos de propiedad privada, tomando las medidas oportunas para determinar sus posibles usos futuros.
José Pradillo critica el poco interés de la consejería de Cultura que " con la ley de Patrimonio Histórico tendría que haber tomado ya alguna medida en este sentido".
Sin embargo, el técnico de Patrimonio adelanta que con el Plan General nuevo, se van a tomar las medidas para proteger aún más estos edificios y limitar las actuaciones: "lo ideal sería que el Ayuntamiento tuviera fondos suficientes para adquirir los edificios que no son de su propiedad y actuar en ellos. Sin embargo, en lo que se está trabajando es en la recuperación de lo que tenemos".

Proyectos
José Pradillo manifiesta que hay proyectos en marcha para su recuperación. Así, en las dotaciones de la Compañía de Aerostación hay un proyecto para recuperar el almacén de globos para distintos usos y también para crear un centro de interpretación de la Aerostación en Guadalajara. En el Alcázar, se sigue trabajando, “hay que establecer otro Plan Director para cuatro o cinco años.”. En la zona del Fuerte se está ala espera de que la Junta entregue al Ayuntamiento los edificios históricos para darles uso social y cultural. "Hay un montón de frentes abiertos con unas posibilidades económicas relativas",  concluye el técnico de Patrimonio.
Estado actual y proyectos
En un análisis más en profundidad, el técnico de Patrimonio del Patronato de Cultura explica que es susceptible de recuperarse del Patrimonio industrial de la ciudad, sus posibles futuros usos y su importancia.
 Según el técnico de Patrimonio los dos grandes edificios de la arquitectura industrial del siglo XVIII son la Real Fabrica de Paños y el Alcázar, que están arrasados. "En1833 la Real Fábrica de Paños se convierte en academia de ingenieros y en 1841 el Alcázar vuelve a tener uso militar. En 1924 se prende fuego la academia de ingenieros y en 1936 en plena guerra civil se bombardea el Alcázar, por eso están arrasados", aclara.

Real Fábrica de Paños
De la Real Fábrica de Paños se conserva la fachada que mira al barranco de San Antonio, la parte construida en 1777 que ahora ocupa el archivo militar, parte de la edificación de los Batanes y el edificio de los tintes o laboratorio de los ingleses en la carretera que va a Humanes de 1788, un torrecita, pegada a la carretera y otra un poco en ruinas. "En la zona de los Batanes, el laboratorio de los ingleses está prácticamente intacto, habría que intervenir en él, catalogarlo y protegerlo. Darle la importancia que tiene, ponerlo en valor y adquirirlo a su propietario o bien que la Junta lo declarara bien de interés cultural."
Igualmente, Pradillo explica que desde el Patronato han localizado los planos y están en un proceso de investigación, “ya tenemos todos los documentos relativos a su construcción, por ejemplo sabemos quién fue el carpintero que hizo las puertas, el cantero que tallo los sillares, el herrero que hizo los picaportes,  para que en el momento que la Junta de Comunidades lo quiera poner en marcha un procedimiento de recuperación facilitarle toda la documentación".
Para Pradillo, dado que la Real Fabrica de Paños es tan importante para el Patrimonio industrial e histórico de esta ciudad lo primero sería que pasara a propiedad pública, catalogarlo e incluirlo dentro del Plan General para protegerlo y después hacer un centro de interpretación de cómo fue la industria textil en la España del siglo XVIII, cómo era una fábrica de Paños en la España de los Borbones, la España de la ilustración, o simplemente cómo funcionaba todo ese aparato tecnológico de investigación sobre colores, tejidos, lanas para crear productos competitivos en el mundo textil de finales del siglo XVIII.


Real Fábrica de Paños (1719/1822)

Cien años de industria textil

Se crea  en el Palacio de los marqueses de Montesclaros, enfrente del Infantado. En el año 1924 este inmueble es foco de un fuego y años después se derriba porque un niño fallece jugando entre las ruinas. No obstante, todavía quedan partes de la Real Fabrica mirando al barranco de San Antonio, en esta fachada se encuentra uno de los muros, que se destruyó parcialmente para construir la Avenida del Ejercito. Esta parte es un gran pabellón construido en 1.777 diseñado por el arquitecto Diego García, está cortado por la mitad y ahora lo ocupa el Archivo Militar cuya mayoría  de dependencias, a excepción del edificio del picadero, son del siglo XVIII. Como estas dependencias se quedan pequeñas se construyen los Batanes, en el margen del río Henares, diseñados por el ingeniero militar Miguel Ángel Marín en 1721, de las que queda parte de las edificaciones. En 1788, el arquitecto Diego García construye  allí, el conocido como “laboratorio de los ingleses” destinado para la realización de los tintes en los paños, todavía  en pié aunque con problemas en la cubierta.En el año 1822 cuando se cierran las reales fábricas el ejercito pone en venta el Alcázar Real, la fábrica y los Batanes.Los dos primeros no encuentran comprador, sí los Batanes, por lo que en 1833 la real fábrica se convierte en academia de ingenieros.

Aerostación
La segunda fase del patrimonio industrial en Guadalajara empieza en 1896 con la llegada de la Compañía de Aerostación, dedicada a la investigación y creación de globos y dirigibles. "Nuestra ciudad es dónde empieza la aeronáutica española, aquí se toman las decisiones de qué artefactos comprar y hacia dónde tienen que ir los planes de la conquista del aire.". La Aerostación se encuentra en la calle Francisco Aritio, tan solo queda susceptibles de recuperación el taller de reparación de las envolturas de los globos y la torre de avistamiento, de 1917, una de las más antiguas del mundo: "Lo suyo sería intervenir en el taller de las envolturas, propiedad municipal, y recuperar la torre de avistamiento, de propiedad militar, e integrarlo dentro de patrimonio histórico de la ciudad, porque es muy importante, sobre todo la torre de avistamiento,  un elemento destacado de la historia de la aeronáutica del mundo. Además, habría que dotarlo de los elementos interpretativos para explicar cuál era su fin, así como de elementos expositivo para que se entienda su pasado". Para Pradillo , los dos edificios están muy dañados, aunque "con una inversión modesta se podrían recuperar, para ponerlos en valor y frenar su deterioro". El técnico de Patrimonio recuerda que la Compañía de Aerostación fue el lugar donde se construyó el primer dirigible español, el Leonardo Torres Quevedo, y el último, el María Cristina, que cumple ahora en 2009, ochenta años que se boto.


La  Aerostación de Guadalajara (1896/1936)

Pionera en investigación

La Aerostación en su origen constaba de un hangar de 80 metros destinado para la creación del dirigible España y otro de 30 metros para los primeros globos cometa y globos esféricos, pabellones para la tropa y unos edificios donde se guardaba el combustible para inflar los globos. Todo está destruido y lo único que realmente queda en pie es el taller destinado para reparar las envolturas, diseñado por el ingeniero militar, Antonio Arnaiz, y que es de propiedad municipal. Enfrente, al otro lado de las vías, hay un edificio en el que dormían los soldados y hay otra pieza mucho más singular: los barracones, construidos en 1817, destinados a alojar los primeros  aviones Farman que llegan a Guadalajara.
Otro edificio curioso que existe es la torre de avistamiento de 1917, que presenta el aspecto de un chalet con una terraza, es en realidad una torre de control, es una de las más antiguas del mundo. Todo es propiedad del ejercito de tierra.
La aerostación de Guadalajara 1896/1936 estuvo  a la cabeza  de la investigación de la aeronáutica.

La Hispano
Pradillo recuerda que La Hispano era una  filial de la Hispano Suiza donde se fabricaban camiones y vehículos para el ejercito. Según el técnico está muy destruida, queda una cuarta parte: el edificio administrativo  y unas naves. "Es de un particular, nunca estuvo protegido, ahí está debatiéndose entre la vida y la muerte. Ha estado ocupada por la comunidad gitana y para su desalojo se ha destruido gran parte".


La Maestranza

Salvada del olvido

En 1844 la Academia de Ingenieros abrió la maestranza en el Fuerte de San Francisco, será un taller donde se fabrican desde mallas de espino, hasta puentes. En el año 2000 se recuperó el taller de forja, un ejemplo  de arquitectura industrial de innovación del siglo XIX. El Ayuntamiento primero reunio toda la maquinaria e hizo una exposición que se cerró en año 2005. Están recogidas martillos pilones, un torno, prensas hidráulicas , maquinas pesadas.  Queda por realizar la segunda fase:  recuperar la segunda planta, "sobre todo se trabajaría en la presencia de los ingenieros militares en la ciudad, esos 100 años desde 1833 hasta 1972 en que se desplaza la academia a Segovia", concreta Pradillo.

Publicado por la revista EL DECANO de Guadalajara. Septiembre de 2009

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