“Las leyes han hecho visible a la mujer”

Perla Rodríguez GUADALAJARA

Mª José Naranjo es la nueva delegada provincial del Instituto de la Mujer cargo que compatibiliza con sus responsabilidades en el Consistorio Azudense. Se convierte así en una de las mejores abanderadas de los avances de la mujer, engrosando la lista de mujeres en puestos de responsabilidad en Guadalajara .

Con una trayectoria profesional de casi una década, María José Naranjo se configura cómo modelo de mujer del siglo XXI. Su nombramiento como delegada provincial del Instituto de la Mujer pone en sus manos importantes retos y la conciliación con sus responsabilidades en otros cargos.
-¿Profesional y personalmente cómo acoge su nombramiento?
-Es un área con la que he trabajado de forma muy intensa desde que estoy en la política en el año 1999, para mí ocupar este cargo es una enorme satisfacción, afortunadamente han pensado en mí, me siento muy contenta porque me hayan elegido y es una enorme responsabilidad. Personalmente, estoy muy agradecida a las mujeres de la provincia, porque si hoy he podido ocupar este puesto ha sido gracias al trabajo que he realizado con ellas codo a codo. Esto me ha permitido conocer en profundidad nuestras inquietudes, a mí misma y a las demás mujeres, y de alguna forma lo que pretendo es estar a la altura de lo que ellas me han dado para poder devolvérselo con creces, quiero ser su referente y la persona con la que cuenten para todo lo que necesiten. Yo soy parte de ellas y todo lo que soy y lo que sé se lo debo a ellas y de alguna manera este nombramiento se lo dedico a ellas.
-¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta la mujer en Guadalajara?
- En Guadalajara al igual que en todas partes de España necesitamos la implicación e interiorización por parte de todos los miembros de la sociedad de que esto es una realidad y hay que trabajar con ello cada día. Dentro de cada paso y decisión que demos en la sociedad tiene que ir impregnado de la perspectiva de género, es decir tener en cuenta la visión de las mujeres en todo aquello que se decida desde cualquier institución ya sea local, provincial, regional o nacional. Queda ese reto, que la sociedad acabe definitivamente de interiorizarlo, va a ser difícil porque son demasiados siglos con costumbres, tradiciones y mentalidades arraigadas, y va a costar mucho cambiarlas, pero vamos por el buen camino, es un trabajo largo, es un camino lento, pero yo creo que los pasos que se están dando son firmes y no va haber ningún retroceso en ese sentido. Las mujeres de Guadalajara tienen que tomar esas riendas, aprovechar esos recursos que se han puesto a su disposición, asumirlos como propios, utilizarlos y reivindicar sus derechos que ya están contemplados dentro de esas leyes para que de verdad el resto de la sociedad los respete y los incluya.
-¿Qué han supuesto las diferentes leyes aprobadas para la mujer?
- Han servido para hacer visibles a las mujeres de forma definitiva. Las mujeres hemos avanzado de forma contundente en los últimos años. La aprobación de muchas medidas ha hecho que por fin seamos iguales en derechos y que los hechos se vayan consumando poco a poco a través de las normas que contemplan esas leyes que se han aprobado. La Ley contra la Violencia de Género creo que fue un paso definitivo para empezar con el fin de esta lacra social tan dramática. También, lo ha sido la Ley de Igualdad no sólo en el ámbito de la violencia de género sino también en el ámbito social, laboral, educativo. Hay una ley integral que abarca todas las políticas de nuestra sociedad, partan de dónde partan.
-¿Qué peso tendrá la futura Ley de Igualdad de Castilla La Mancha?
-La ley de Igualdad de Castilla La Mancha es una oportunidad maravillosa para toda la región, es una ley necesaria y complementaria y su peculiaridad será la adaptación de la ley nacional con las características propias de nuestra región. Creo que ese es un reto importante, conseguir que esa ley sea la mejor para todas las mujeres y los hombres de la región y luego ser capaces de desarrollarla con toda su influencia. Ese es un camino muy importante para todas las mujeres castellano manchegas en los próximos tiempos.
-¿Cuál es el papel del Instituto de la Mujer y cuál será el del Observatorio de Género?
-El Instituto de la Mujer es el barómetro de que todas las normas que se aprueben por el Gobierno regional se lleven efectivamente a la práctica. Se está trabajando en un proyecto muy importante que es el de la transversalidad, el Observatorio de Género tendrá como función velar y observar que todas las políticas de igualdad impregnen todas las decisiones que se toman en las diferentes consejerías. Es importantísimo, que cuando se apruebe una ley de vivienda o una ley para el empleo esté impregnada de la visión de la otra parte de la sociedad, que hasta ahora no se ha tenido en cuenta, que es la parte femenina. No se puede diseñar políticas pensadas para los hombres y sólo desde la visión de los hombres, por eso no han sido perfectas. Ahora, si se incorpora la visión femenina van a ser mucho más justas y vamos a tener una sociedad más perfecta.
-¿Qué valoración merece la región en los temas de la mujer?
-Castilla La Mancha tiene una red muy potente de servicios dirigidos a los temas de mujer y para trabajar por erradicar las diferencias que existen en nuestra sociedad. Es algo por lo que nos tenemos que sentir muy satisfechos, para mí es una satisfacción empezar a trabajar como delegada provincial en el Instituto de la Mujer en una Comunidad como la nuestra, que lleva tanto camino por delante y que tenga tanto trabajo realizado, hemos sido una de las Comunidades pioneras en poner en marcha iniciativas dirigidas a erradicar esta discriminación que hemos sufrido las mujeres históricamente. Por lo tanto, eso es algo que tenemos conseguido y es mucho más fácil trabajar porque las herramientas las tenemos.
-¿La mujer de la provincia presenta alguna peculiaridad especial?
-La mujer en Guadalajara en la zona urbana no se diferencia de las demás, pero nuestra provincia tienen un componente rural importante, en la que hay muchas mujeres que viven en está zona, en la que hay que utilizar otro tipo de programas. Tienen dificultades añadidas para acceder a los servicios, recursos y oportunidades, es importante trabajar con ellas para que se sensibilicen y se unan entre ellas para implementar lo que tienen. La iniciativa de la mujer yo creo que es ilimitada, somos capaces de sacar partido a cualquier idea por pequeña que parezca y las mujeres de la zona rural están acostumbradas a buscarse la vida muy bien, a vivir con menos recursos, a tener los servicios no tan próximos y sin embargo ahí están, por eso yo las considero auténticas heroínas. Merecen toda nuestra atención, apoyo y reconocimiento especial, sobre todo estar a su lado para escuchar sus revindicaciones y si necesitamos aportar un poco más de esfuerzo lo seguiremos haciendo.
-¿Qué valoración hace de la polémica generada por la reforma de Ley del aborto?
-Estamos hablando de un borrador que tienen que atravesar todo un trámite parlamentario que va a ser largo. La ministra ha dicho que quiere que sea "una ley de consenso", por lo que estamos hablando de un borrador que cuando llegue al Pleno final para aprobar su puesta en marcha puede variar. Yo respeto la opinión de todo el mundo, para mí son todas igual de válidas y merecedores de respeto, tanto los que están a favor como en contra, pero dejemos que nuestros representantes hagan su trabajo y luego ya veremos que ley es la que sale definitivamente. Estoy convencida que será una ley donde se intentará alcanzar el máximo de consenso, porque es importante, estamos hablando de algo que genera mucha sensibilidad y hay que encontrar el equilibrio. Lo importante es que en esa ley se vean reflejadas todas y cada una de las mujeres de nuestra sociedad y que se respete su libertad sin invadir la libertad de las demás. Es una ley que intenta regular situaciones pero que no impone a nadie esa regulación. Yo pido un poco de paciencia.
-¿Qué peligro entraña la crisis económica para la mujer?
-La crisis económica nos está afectando de igual manera a todos, probablemente más a los hombres que eran mayoría trabajando. Tenemos que estar vigilantes para que está crisis no afecte de una forma superior a una parte que a otra. Ser todos solidarios a la hora de afrontarla, porque siempre en estos momentos duros a lo largo de la historia la mujer parece que ha llevado la peor parte, hagamos un esfuerzo para que ahora no sea así y las dificultades nos la repartamos entre todos para que sean más llevaderas.
-¿Considera suficientes las políticas de conciliación ?
-Las políticas de conciliación no siempre son suficientes, hay que seguir trabajando en ellas, se han hecho esfuerzos increíbles y cada vez son más los programas para ayudar a conciliar. Si alguien se ha empeñado en que la mujer acceda con todas las garantías al empleo y la formación han sido las políticas de igualdad de la región, pero eso lleva aparejado una serie de programas e iniciativas que ayuden a que las mujeres suelten ese lastre que hasta ahora han llevado casi en exclusividad y que tienen que ser compartidas. La administración puede ayudar pero dentro de los hogares es dónde quizá hay más dificultad para conciliar hoy en día, por eso hay que continuar trabajando en que ese esfuerzo se consolide dentro de cada casa.
-¿Si parece que estamos avanzando en violencia de género, qué está fallando?
-Yo creo que se está haciendo un esfuerzo importantísimo por parte de las instituciones y los responsables en la protección de la mujer y las leyes sí están funcionando. Cada vez son más las entidades específicas que se crean dentro de las propias fuerzas de seguridad del estado para atender los temas de violencia . Lo que pasa es que un maltratador no se resigna a dejar el poder que ha ejercido sobre su compañera hasta el momento que se aprobaron estas leyes, pero lo cierto es que estas leyes cada vez están asfixiando más al maltratador y le están estrechando mucho más el circulo y esto es importante. Desgraciadamente, muchos de estos hombres no lo entienden, no lo asumen, y cómo animales heridos que se sienten en su fuero interno se vuelven más agresivos en su último estadio del circulo de la violencia. Lo cierto es que las leyes están cumpliendo su función, están estrechando el cerco de los maltratadores y yo digo siempre que al maltratador solo le queda un final: la cárcel.
 Falta algo muy importante, la sociedad todavía no ha tomado las riendas en la solución del problema, hay tímidos avances, cuando hay casos dramáticos salimos todos y nos unimos y al día siguiente se nos ha olvidado. La sociedad tiene que definitivamente tomar las riendas de esta situación y hasta que no se sume esa parte imprescindible no habremos empezado a ver el fin de la violencia a las mujeres. Hasta que la sociedad no pierda el miedo a denunciar y entienda que es cosa de todos no habremos conseguido erradicar esa violencia.

Publicado 2009 El DIA DE GUADALAJARA