«El reto es unir calidad a diversidad e imaginación»

Perla Rodríguez GUADALAJARA

Javier Borobia, muy conocido en los ambientes culturales de la capital por sus numerosas aportaciones y su participación al desarrollo de la vida cultural, asume el cargo de gerente del Patronato de Cultura, puesto en el que no le gustaría “encerrase en una torre de marfil cultural y no escuchar el sonido de la calle”.

P olifacético, amante del teatro, de la vida política, columnista, tertuliano, abogado, hasta hace poco vinculado a la Diputación Provincial y ahora ligado al Patronado de Cultural de Guadalajara, como gerente, Javier Borobia se muestra ilusionado y optimista en su nuevo cargo, a la vez que consciente de los menguados medios económicos con los que cuenta. Con un hablar pausado, reflexivo y conciso este hombre conocedor de la vida cultura de la ciudad desde su adolescencia, muestra su visión de la cultura en Guadalajara y explica los retos a los que se enfrenta y los proyectos que desde su cargo actual le gustaría hacer realidad.
-¿Cómo se siente en su nuevo cargo?
-Me siento bien, aunque todavía estoy aterrizando. Creo que existen recursos humanos muy grandes en el Patronato, proyectos y posibilidades de hacer cosas. De hecho, se vienen haciendo a través de una programación amplía, pero todavía se puede enriquecer.
-¿Cómo piensa compaginar su polifacética vida con el cargo?
-La mayoría de las actividades que he venido desarrollando son compatibles. Hay algún tipo de actividad, en la que mi idea es seguir participando y colaborando y en la que ocupo una posición de responsabilidad que tendré que cambiar. En concreto, ahora soy presidente de la Asociación Gentes de Guadalajara y entiendo que existe cierta incompatibilidad, por lo que seguiré perteneciendo a ella, aunque dimitiré del cargo de presidente.
La gran ventaja que tengo es que  mis actividades culturales me permiten palpar, estar y ver la realidad cultural de la ciudad.
-¿Se puede difundir cultura con poco presupuesto?
-El dinero y los recursos nunca estorban y Guadalajara es una ciudad ya grande, que necesita un amplio presupuesto, el dinero es importante pero no lo más importante. Creo que también existen otras posibilidades cómo es la imaginación, ver los recursos culturales que tenemos dentro de lo que es el ámbito de la ciudad, a través de las personas, las asociaciones y las iniciativas de determinados grupos, que creo pueden tener una cabida muy importante en el desarrollo de la vida cultural.
-¿En qué error no le gustaría caer?
-Encerrarme en una torre de marfil cultural y no escuchar el sonido de la calle.
-¿Cómo son los ciudadanos de Guadalajara en el panorama cultural?
-Guadalajara es una ciudad que en estos últimos años ha desarrollado ampliamente el ámbito cultural. Los ciudadanos demandan este tipo de atención, quieren tener una oferta de actividades lo más amplia posible. Una oferta como espectadores y al mismo tiempo como participantes en la vida cultural. El ciudadano tiene el papel no sólo de asistir como espectador sino de alguna manera como actor y autor de ese hecho.
-¿Qué papel le concede a las asociaciones culturales de la ciudad?
-Las asociaciones culturales son fundamentales para el desarrollo del ámbito de la cultura, considero que se les debe dar un gran apoyo. Además, pueden ser un vehículo extraordinario para una cultura activa, es decir no sólo es el hecho de asistir a un acto, sino también participar y crear ese hecho cultural.
-¿Qué habría que potenciar en la vida cultural de Guadalajara?
- Mi filosofía principalmente será potenciar aquellas actividades en las que el ciudadano no asiste como mero espectador sino que es participe del hecho cultural al ser creador de esa manifestación. Lo más importante es implicar al ciudadano en las actividades, que no reciba ese hecho cultural de una forma pasiva sino que se implique en su creación. También, hay que consolidar y potenciar lo que hay: los ciclos dentro de lo que es la programación anual, las publicaciones, el funcionamiento del teatro Buero Vallejo, las escuelas de la Cotilla, entre otras.
-¿El ciudadano - espectador es exigente?
-Sí, es cada vez más exigente y más crítico, no se puede ofrecer cualquier cosa, lo que me parece muy bien. Existe ya un desarrollo de actividades lo suficientemente importante, cómo para que la persona que se acerca a ellas, tenga ya unos criterios formados. Cada vez más, hay que ofrecer manifestaciones culturales de más calidad.
-Pero, la calidad cuesta dinero
-Ese es el gran problema, pero hay que procurar ese equilibrio. Los recursos son limitados en este momento, obviamente hay que buscar las actividades más adecuadas sin subir muchos los costos. Ese es el reto unir calidad a diversidad y a imaginación.
-A lo mejor, la calidad condiciona el número de actos
-Sí, que duda cabe, a lo mejor es preferible reducir un número de actos, hay determinadas actividades que pueden ser interesantes, pero a la hora de elegir y repartir recursos, hay que seleccionar con el criterio de calidad y recursos existentes. Hay actividades que son correctas pero no despiertan la demanda o el interés necesarios frente al esfuerzo económico que suponen.
-¿Qué gran proyecto se ha planteado a largo plazo?
-El museo de la ciudad, me parece algo muy necesario y que ya está dando sus primeros pasos. Sería un museo vivo, no con un criterio museístico de almacenaje, que no tenga una sola sede sino varias y que tenga exposiciones permanentes combinadas con temporales, y que sobre todo un conjunto museístico en constante evolución. Algo vivo reflejo de lo que puede ser la identidad de la ciudad a través de su amplia y dilatada historia.
Otro proyecto interesante, sería la creación de un lugar donde las asociaciones tuvieran su espacio, no como mero lugar de reunión, sino también como centro generador de ideas, escaparate y lugar de proyección de las actividades de cada una.
- Por último, ¿Qué entiende por cultura?
-Debemos desdramatizar la cultura, es decir no es ese edificio con un frontispicio en el que todos nos inclinamos y decimos ¡que grande es la cultura!. La cultura es más de día a día, es más una relación y conocimientos del entorno que te rodea, en todos los sentidos, y un contacto con aquellas personas que se preguntan por el mundo en que viven. Es ese morral en el que guardas una serie de rudimentos, de experiencias y de conocimientos para enfrentarte al día a día de la vida.
La cultura en está ciudad tienen que ser un instrumento intelectual, todos tienen que participar y ayudar al desarrollo de esas manifestaciones culturales.

Publicado 2009 El DIA DE GUADALAJARA